¿Qué aplaudían sus señorías cuando Rajoy anunciaba el
recorte del subsidio de desempleo? ¿Qué sádico regusto encuentran para
responder con alborozo cuando endurecía las condiciones para jubilarse? ¿O al “racionalizar”
la Dependencia?
Aquí dejamos,
por si alguien aún no se ha enterado, un discurso que marca un cambio de modelo
de estado, un monumento al liberalismo más salvaje, un deleite para los sádicos
más exigentes.
De ahí que Diego Valderas hiciera un llamamiento a la
movilización frente a la agresión sin precedentes que significa el discurso de
ayer del presidente del gobierno. Valderas denuncia que de nuevo Rajoy vuelve a
cargar contra los más débiles, contra los parados, contra los mayores, contra
los trabajadores y contra los colectivos más vulnerables de la sociedad. Pero
ni una sola medida contra los poderosos.
Ni las grandes fortunas, ni los gastos de defensa
-sólo en Afganistán los gastos militares ascendieron en 2009 a 365 millones de
euros-, ni los privilegios de la iglesia católica -“la exención del IBI de la
iglesia representan más de 3.000 millones de euros-, ha denunciado con argumentos
Diego Valderas.
Ni un miserable plan contra el fraude fiscal o la
economía sumergida tuvieron la más mínima referencia en un discurso insultante
para la mayoría social que está padeciendo la crisis.
El cambio de modelo se ceba igualmente con la
administración local, un ataque a la democracia municipal que recupera un modelo
de ayuntamientos predemocráticos, más propios del régimen anterior que de un estado
moderno y participativo.
"Entre todos tenemos que defender Andalucía, sus
instituciones democráticas y nuestro Estatuto, porque los ataques presentados
hoy serán impuestos", afirmó ayer Valderas, quien ha acusado al Partido
Popular "de querer gobernar esta tierra desde Madrid, algo que los
andaluces rechazaron en las urnas".
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